Videla y Asociados realiza nueva asesoría para la Aplicación del Método de Madurez para la Estimación de Resistencia del Hormigón.
Como parte de la construcción de un Estanque de Aguas de Dilución para una empresa minera, una importante Constructora ha optado por realizar la prefabricación en planta de determinados elementos estructurales correspondientes a las fundaciones de dicha estructura. La empresa desea minimizar los tiempos de descimbre y logro de resistencia mínima necesaria para el traslado inicial de las estructuras, desde la línea de producción hasta otro lugar de acopio, en espera de su transporte y entrega final a obra. Para ello se propuso aplicar el Método de Madurez para la Estimación de Resistencia del Hormigón.
En este desafío, se solicitó apoyo a Videla y Asociados para capacitar al personal de la empresa en los fundamentos y aplicación del método y para asesorarlos en la definición de los aspectos complementarios a las especificaciones propias del proyecto, de modo que, además de cumplir con las especificaciones, ejecuten tres etapas fundamentales para la Estimación de Resistencia del Hormigón en terreno, mediante la Aplicación del Método de Madurez, a saber:
- Seleccionar y desarrollar la relación resistencia – madurez para la mezcla de hormigón específica
- Estimar la resistencia real del hormigón colocado en terreno midiendo la evolución de la temperatura del hormigón
- Verificar la relación resistencia – madurez en el tiempo
En este caso, la asesoría en desarrollo empleará la función de madurez, para el cálculo del índice de madurez, la establecida por las ecuaciones de Saul-Nurse, y que son las empleadas en la norma NCh3565-2018.
Para la primera etapa, se procederá a caracterizar en laboratorio la mezcla específica del hormigón a emplear, para lo cual se someterá a un determinado número de probetas cilíndricas, las que se mantendrán en un régimen térmico a una temperatura de referencia y humedad controladas, y se ensayarán a diferentes edades para obtener la resistencia a la compresión. Con ello se procede a establecer la relación resistencia – madurez, determinando la mejor curva que se ajuste a los datos, la que posteriormente que usará para estimar la resistencia de la mezcla de hormigón colocada y curada en condiciones de terreno.
En la segunda etapa, se requiere instalar convenientemente en los elementos estructurales a hormigonar, dispositivos que permitan monitorear y registrar la temperatura del hormigón en función del tiempo: pueden ser termocuplas, termistores, registrador de datos (data logger) o dispositivos digitales embebidos que miden la temperatura y tiempo, y registran y almacenan la madurez calculada. De esta forma se obtiene el régimen térmico del hormigón en terreno, se registran los datos de temperatura, se calcula el Factor Tiempo Temperatura (Índice de Madurez) o el Tiempo Equivalente y posteriormente se procede a Estimar la Resistencia del Hormigón en Obra, empleando la relación resistencia – madurez del material caracterizado adecuadamente en la primera etapa.
Finalmente, cuando se utiliza la madurez para estimar la resistencia del hormigón para la remoción de moldajes o alzaprimas de elementos estructuralmente críticos, o para tensar el acero u otras operaciones críticas respecto a seguridad, se pueden especificar ensayos de resistencia de probetas de hormigón como Pruebas de Verificación. Esta es la última etapa en la aplicación del método y considera verificar periódicamente la relación – resistencia madurez en el tiempo. El procedimiento recomendado para verificar la relación resistencia – madurez se basa en el procedimiento especificado en el Anexo B – “normativo”, de NCh 3565:2018.
La asesoría se ha desarrollado con la dirección del Ing. PhD. Carlos Videla Cifuentes, Socio fundador de Videla y Asociados y el apoyo del Ing.Daniel Díaz Medina, Socio y gerente Técnico de Videla y Asociados.