Ante la contingencia nacional, determinada por el coronavirus, las empresas inmobiliarias y constructoras deben estar preparadas para resolver los posibles problemas o riesgos que ella supone. Los contratos suscritos entre mandantes y contratistas se ven alterados en forma drástica. Los alcances de la asesoría consideran la evaluación de la obra, cuyo avance se ha visto afectado, en todos los aspectos que son determinantes para su término oportuno antes y después de la contingencia.
No poder cumplir los hitos del programa de trabajo o el plazo de ejecución contraviene las cláusulas contractuales. Poder mitigar la situación necesariamente implica mayores costos para el contratista y/o el mandante dependiendo de como se controla la contingencia. Una asesoría externa a las partes involucradas en la obra, como la ofrecida por Videla, permite visualizar en forma clara los conflictos de productividad, costo de recursos y gastos generales. Las recomendaciones que entrega la asesoría están enfocadas a dar solución temprana a estos conflictos y poder llevar la obra a buen término.
La asesoría contempla la evaluación de los siguientes temas, entre otros:
- Documentos administrativos de la obra (bases administrativas, antecedentes de licitación, contrato y sus anexos, Libro de Obra, RDIs, carta Gantt, etc.)
- Contratos del personal (revalidaciones y finiquitos, pago de leyes sociales)
- Pérdida de carga de trabajo debida a los periodos de cuarentena
- Bajo rendimiento antes y después de la contingencia (APU versus avance real)
- Mano de obra efectiva (ofertada versus planilla de asistencia)
- Variación de costos de insumos al retomar la obra (APU versus estudios de mercado)
- Variación de costos de mano de obra (remplazos)
- Gastos generales (aumento y/o disminución de partidas)