El edificio perteneciente al centro de minería de la Pontificia Universidad Católica de Chile, que fue premiado internacionalmente, tuvo la participación activa del equipo de Videla & Asociados, desarrollando en primera instancia la coordinación total del proyecto, para luego de iniciadas las obras hacerse cargo de la inspección técnica y administrativa del mismo.
La noticia dice:
«El Centro de Minería Andrónico Luksic Abaroa fue el proyecto ganador de la categoría “Obra construida: escala arquitectónica” que otorga la Sociedad de Arquitectos Paisajistas de México (SAPM) en conjunto con la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México, en el marco de la Primera Bienal Latinoamericana de Arquitectura de Paisaje 2014 y Tercera Bienal Mexicana. Según consigna la página oficial de SAMP, este concurso “es un espacio de celebración que busca reflexionar sobre las aportes de esta región, su manera de abordar el paisaje y las particulares formas que ha encontrado para diseñar espacios abiertos. En esta edición de la bienal buscamos difundir la producción de arquitectura de paisaje que refleja la identidad de latinoamericana y el entendimiento de los espacios transformados en sitios habitables
Recibirá el premio el arquitecto Enrique Browne, a cargo del diseño del proyecto, implementado con la Facultad de Ingeniería UC en el campus San Joaquín de la Universidad Católica de Chile. “Estos premios son como regalos, no sé si me lo merezco pero sí lo agradezco. Este sin duda ha sido uno de los proyectos más importantes en mi trayectoria profesional, al ser el primero que diseñamos bajo tierra”, afirmó Browne con respecto al significado personal que tiene este reconocimiento. “Si bien este proyecto pasó por cuatro etapas de adaptación, tomé como nuevos desafíos cada una de sus modificaciones”, señala.
La incorporación del Auditorio y el Faculty Club en el proyecto, culminaron el proceso de diseño arquitectónico para dar con la alternativa final de una construcción bajo tierra en forma de “T”, con altos estándares de eficiencia energética, que deja visible en la superficie un cilindro de cobre por donde se ingresa al Centro de Minería. Lo rodean áreas verdes de encuentro entre los edificios. “Creo que el Centro poco a poco logrará cautivar el interés de la comunidad universitaria y de otros visitantes. Solo hay que darle tiempo a la vegetación para que crezca, se ponga frondosa, y llame la atención”, dice el arquitecto confiado en el alto potencial artístico de esta obra arquitectónica que obtuvo un importante reconocimiento internacional.»